No estaba siguiendo con demasiado interés las elecciones francesas, aunque evidentemente me gustaría que triunfara la candidata socialista.
A raíz de un hilo abierto en el foro del Estudiantes por los sucesos que se han producido en el barrio de Malasaña, durante las dos últimas noches, sobre los que hemos debatido, he leído unas declaraciones del candidato de centro francés (?) que me han sorprendido.
Entre sus declaraciones se puede leer lo siguiente:
Sarkozy prometió introducir "la moral" en la política. "Sí, la moral, dijo, una palabra que no me da miedo. La moral, algo que después de mayo de 1968 no se podía hablar (...). Los herederos de Mayo del 68 habían impuesto la idea de que todo vale, que no hay ninguna diferencia entre el bien y el mal, entre lo cierto y lo falso, entre lo bello y lo feo; habían intentado hacer creer que el alumno vale tanto como el maestro (...), que la víctima cuenta menos que el delincuente (...), que no podía existir ninguna jerarquía de valores (...), que se había acabado la autoridad, la cortesía, el respeto; que no había nada grande, nada sagrado, nada admirable; ninguna regla, ninguna norma, que nada estaba prohibido".
Y el heredero de este nefasto equívoco de la historia es la izquierda, y más concretamente los socialistas "que le han tomado gusto al poder, a los privilegios (...), que cultivan los arrepentimientos [en relación con el pasado colonial de Francia] que denigran la identidad nacional, que atizan el odio de la familia, de la sociedad, de la nación, de la República".
El mensaje de Sarkozy, no sé si correspondera a la manera de pensar de los votantes de centro franceses, aunque más bien, parece dirigido a llevarse al electorado del candidato de la extrema derecha Le Pen.
A raíz de un hilo abierto en el foro del Estudiantes por los sucesos que se han producido en el barrio de Malasaña, durante las dos últimas noches, sobre los que hemos debatido, he leído unas declaraciones del candidato de centro francés (?) que me han sorprendido.
Entre sus declaraciones se puede leer lo siguiente:
Sarkozy prometió introducir "la moral" en la política. "Sí, la moral, dijo, una palabra que no me da miedo. La moral, algo que después de mayo de 1968 no se podía hablar (...). Los herederos de Mayo del 68 habían impuesto la idea de que todo vale, que no hay ninguna diferencia entre el bien y el mal, entre lo cierto y lo falso, entre lo bello y lo feo; habían intentado hacer creer que el alumno vale tanto como el maestro (...), que la víctima cuenta menos que el delincuente (...), que no podía existir ninguna jerarquía de valores (...), que se había acabado la autoridad, la cortesía, el respeto; que no había nada grande, nada sagrado, nada admirable; ninguna regla, ninguna norma, que nada estaba prohibido".
Y el heredero de este nefasto equívoco de la historia es la izquierda, y más concretamente los socialistas "que le han tomado gusto al poder, a los privilegios (...), que cultivan los arrepentimientos [en relación con el pasado colonial de Francia] que denigran la identidad nacional, que atizan el odio de la familia, de la sociedad, de la nación, de la República".
El mensaje de Sarkozy, no sé si correspondera a la manera de pensar de los votantes de centro franceses, aunque más bien, parece dirigido a llevarse al electorado del candidato de la extrema derecha Le Pen.
Sé que tiene 52 años (enero de 1955), es decir que en mayo del 68 tenía 13 años. No es un dato relevante porque yo tenía once y cuando me dio por leer sentí una gran admiración por aquel movimiento que unió a una gran parte de la sociedad europea, y de algún modo a colectivos que casi nunca iban unidos. Me refiero a los estudiantes, a los intelectuales y a los obreros. Duró muy poco, tan sólo un mes, y acabo con una victoria electoral de De Gaulle. Sirvió, además para desenmascarar a una izquierda, que no jugo sus bazas como tal y para acallar al movimiento obrero de aquel tiempo, que abandonó a los que originariamente iniciaron la revuelta que condujo a las mejoras sociales y económicas que vinieron después, los estudiantes.
Se considera que el movimiento de mayo del 68 fracasó como revolución en virtud de que no se produjo la sustitución radical del viejo orden político. Pero transformó a la sociedad francesa, cambió pautas de comportamiento, introdujo nuevos valores, reconoció los derechos de la mujer, la liberalización de las costumbres, la democratización de las relaciones sociales y generacionales, incluyendo la disminución del autoritarismo en la enseñanza.
En este enlace se pueden leer algunas consideraciones sobre lo que significó aquello.
Más información:
Enlace
Carteles.
"Cuando el 29 de mayo con la marcha a Alemania del general De Gaulle, se plantee realmente el problema de la toma del poder, los trabajadores se volverán hacia el PCF y hacia los sindicatos, para darse cuenta de que la izquierda reformista no tenía intención alguna de tomar el poder a través de una revuelta popular". (Alain Krivine)
Mayo del 68 y las presidenciales francesas
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