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Por todos es conocido que Don José Luis García Sabrido ha viajado recientemente a Cuba para hacer un reconocimiento y establecer un diagnóstico sobre la enfermedad del dictador Fidel Castro. El viaje del jefe del servicio de cirugía del hospital público Gregorio Marañon, lo ha hecho a título personal, a través de una petición de la Embajada Cubana. El citado cirujano fue autorizado por el gerente de su hospital para realizar el viaje. Según reconoce hoy doña Esperanza "con los gastos integramente sufragados de manera externa a la Comunidad de Madrid"
Ni corta ni perezosa la señora Aguirre, añade que todo esto sucede "cuando la dictadura cubana ha blasonado de tener un servicio sanitario extraordinario, que practicamente justificaba esa dictadura, esa privación de los derechos humanos más elementales".
Nada dice, la señora Aguirre de las causas y razones que llevaron al pueblo cubano a levantarse en armas contra otro régimen dictatorial, y nada dirá evidentemente de las razones que han conducido a la actual situación de la isla.
Cuando se pregunta: "qué ocurrirá con el resto de los habitantes de la isla, y especialmente con los presos políticos" si tienen que actuar así para tratar la enfermedad de quien se considera "primer cubano", tampoco se acuerda evidentemente de los presos políticos de Guantanamo o de los presos políticos que la CIA tiene repartidos por toda Europa en las famosas cárceles "secretas".
También se olvida la señora Aguirre de los numerosos "famosos", "famosillos" y "famosetes" que olvidandose de la sanidad pública española han huido al otro lado del Atlántico para tratarse sus dolencias. "Poderoso caballero es don dinero". Alguno hay incluso que no ha tenido que ir tan lejos.
Tampoco ha hecho alusión por supuesto, a las largas e interminables listas de espera a las que somete a los "pobres" madrileños, o a la reciente huelga de la sanidad en Madrid, o a la privatización a la que está llevando a nuestro sistema sanitario.
Tampoco habla nuestra querida Presidenta de la Comunidad del sistema sanitario norteamericano que exige a las familias un importante desembolso en seguros médicos. Aquí podéis leer lo que opinan los cubanos sobre su sistema sanitario.
Deduzco por las palabras de doña Esperanza que es partidaria de la sanidad privada, lo que no es ninguna sorpresa. Viene a decir, que el dictador cubano ha hecho uso de la sanidad privada-médico español que va a Cuba a diagnosticar su enfermedad-, cuando él hace gala en su país de un sistema sanitario público que llega a toda la población. Supongo que a Maradona, cuando estuvo en Cuba para curar su adicción a las drogas, el tratamiento se lo pagó el sistema sanitario argentino. Supongo que a Pinochet, cuando estuvo en Londres la atención sanitaria se la pagó el gobierno chileno. Supongo que a Rocio Jurado, cuando estuvo en EEUU, el tratamiento de su cancer se lo pagó el estado español y a Carreras cuando se le hizo el trasplante de médula, o a Rafael el trasplante de hígado- que digo yo, cuanto le costaría y de donde salió-. La recien fallecida Loyola de Palacio estuvo en Houston para tratarse su enfermedad. Soy tan incrédulo que estoy seguro que a Fidel Castro la visita de Dr. García Sabrido, se la ha pagado el sistema sanitario público cubano. Sra Aguirre: ¿ a usted quién la pagará un hipotético tratamiento fuera de nuestras fronteras?.
Seguramente es una indecencia que cualquier habitante de la Tierra haga uso de los medios sanitarios públicos de su país, para que un médico del otro lado del Atlántico, le reconozca, le diagnostique y le trate. Igual de indecente que cualquier ciudadano del mundo, muera por no tener medios económicos para tratarse una enfermedad, que con la debida atención no le costaría la vida. ¿Sabe de que hablo, doña Esperanza?. Hablo de un país al que durante años, muchos, se le ha impedido tener acceso a los más elementales medios de subsistencia, por ejemplo medicinas. Hablo de Cuba, señora...hablo de Cuba.
Supongo que los numerosos médicos cubanos que trabajan hoy en Venezuela para la sanidad pública de ese país trabajan por amor al arte. Yo supongo, que el cirujano español no ha ido a Cuba a hacer un diagnóstico, sino a establecer un tratamiento con fármacos de los que el sistema sanitario cubano carece, aunque nuestro gobierno regional diga que desde hace meses manda a este país diversos medicamentos. Me cuesta pensar que un médico español, por muchos conocimientos que tenga haya sido capaz de diagnosticar una enfermedad que a sus colegas cubanos se les haya pasado por alto en los últimos meses.
En fin, señora Aguirre, espero que nunca tenga usted que traspasar nuestras fronteras para curarse de alguna dolencia, dado lo precario de su economía. Y si por desgracia es así, pida un crédito a cualquiera de los numerosos bancos que tenemos en este bendito país. No dudo que se lo darán, sin hacer demasiadas preguntas.
Por todos es conocido que Don José Luis García Sabrido ha viajado recientemente a Cuba para hacer un reconocimiento y establecer un diagnóstico sobre la enfermedad del dictador Fidel Castro. El viaje del jefe del servicio de cirugía del hospital público Gregorio Marañon, lo ha hecho a título personal, a través de una petición de la Embajada Cubana. El citado cirujano fue autorizado por el gerente de su hospital para realizar el viaje. Según reconoce hoy doña Esperanza "con los gastos integramente sufragados de manera externa a la Comunidad de Madrid"
Ni corta ni perezosa la señora Aguirre, añade que todo esto sucede "cuando la dictadura cubana ha blasonado de tener un servicio sanitario extraordinario, que practicamente justificaba esa dictadura, esa privación de los derechos humanos más elementales".
Nada dice, la señora Aguirre de las causas y razones que llevaron al pueblo cubano a levantarse en armas contra otro régimen dictatorial, y nada dirá evidentemente de las razones que han conducido a la actual situación de la isla.
Cuando se pregunta: "qué ocurrirá con el resto de los habitantes de la isla, y especialmente con los presos políticos" si tienen que actuar así para tratar la enfermedad de quien se considera "primer cubano", tampoco se acuerda evidentemente de los presos políticos de Guantanamo o de los presos políticos que la CIA tiene repartidos por toda Europa en las famosas cárceles "secretas".
También se olvida la señora Aguirre de los numerosos "famosos", "famosillos" y "famosetes" que olvidandose de la sanidad pública española han huido al otro lado del Atlántico para tratarse sus dolencias. "Poderoso caballero es don dinero". Alguno hay incluso que no ha tenido que ir tan lejos.
Tampoco ha hecho alusión por supuesto, a las largas e interminables listas de espera a las que somete a los "pobres" madrileños, o a la reciente huelga de la sanidad en Madrid, o a la privatización a la que está llevando a nuestro sistema sanitario.
Tampoco habla nuestra querida Presidenta de la Comunidad del sistema sanitario norteamericano que exige a las familias un importante desembolso en seguros médicos. Aquí podéis leer lo que opinan los cubanos sobre su sistema sanitario.
Deduzco por las palabras de doña Esperanza que es partidaria de la sanidad privada, lo que no es ninguna sorpresa. Viene a decir, que el dictador cubano ha hecho uso de la sanidad privada-médico español que va a Cuba a diagnosticar su enfermedad-, cuando él hace gala en su país de un sistema sanitario público que llega a toda la población. Supongo que a Maradona, cuando estuvo en Cuba para curar su adicción a las drogas, el tratamiento se lo pagó el sistema sanitario argentino. Supongo que a Pinochet, cuando estuvo en Londres la atención sanitaria se la pagó el gobierno chileno. Supongo que a Rocio Jurado, cuando estuvo en EEUU, el tratamiento de su cancer se lo pagó el estado español y a Carreras cuando se le hizo el trasplante de médula, o a Rafael el trasplante de hígado- que digo yo, cuanto le costaría y de donde salió-. La recien fallecida Loyola de Palacio estuvo en Houston para tratarse su enfermedad. Soy tan incrédulo que estoy seguro que a Fidel Castro la visita de Dr. García Sabrido, se la ha pagado el sistema sanitario público cubano. Sra Aguirre: ¿ a usted quién la pagará un hipotético tratamiento fuera de nuestras fronteras?.
Seguramente es una indecencia que cualquier habitante de la Tierra haga uso de los medios sanitarios públicos de su país, para que un médico del otro lado del Atlántico, le reconozca, le diagnostique y le trate. Igual de indecente que cualquier ciudadano del mundo, muera por no tener medios económicos para tratarse una enfermedad, que con la debida atención no le costaría la vida. ¿Sabe de que hablo, doña Esperanza?. Hablo de un país al que durante años, muchos, se le ha impedido tener acceso a los más elementales medios de subsistencia, por ejemplo medicinas. Hablo de Cuba, señora...hablo de Cuba.
Supongo que los numerosos médicos cubanos que trabajan hoy en Venezuela para la sanidad pública de ese país trabajan por amor al arte. Yo supongo, que el cirujano español no ha ido a Cuba a hacer un diagnóstico, sino a establecer un tratamiento con fármacos de los que el sistema sanitario cubano carece, aunque nuestro gobierno regional diga que desde hace meses manda a este país diversos medicamentos. Me cuesta pensar que un médico español, por muchos conocimientos que tenga haya sido capaz de diagnosticar una enfermedad que a sus colegas cubanos se les haya pasado por alto en los últimos meses.
En fin, señora Aguirre, espero que nunca tenga usted que traspasar nuestras fronteras para curarse de alguna dolencia, dado lo precario de su economía. Y si por desgracia es así, pida un crédito a cualquiera de los numerosos bancos que tenemos en este bendito país. No dudo que se lo darán, sin hacer demasiadas preguntas.
Crítica a un artículo de Millás en El País, con la que estoy totalmente de acuerdo.
Rajoy se desmarca de las bobadas de la Presidenta regional.
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