24 de diciembre de 2006

MALOS TIEMPOS PARA LA LÍRICA SR GARTON


Ayer mientras navegaba por las páginas digitales de El País, encontré un foro, en el que se opinaba sobre cual es el mejor método de convivencia de ateos, agnósticos y creyentes en las diferentes religiones. El tema es de plena actualidad y la razón sobre dicho debate estaba en un artículo de opinión que aparecía en las páginas de papel del citado diario.

El artículo titulado: "Respetar a los creyentes, no las creencias", lo firmaba Timothy Garton Ash, historiador británico, profesor de Estudios Europeos en la Universidad de Oxford. Dado que el artículo era de pago y no puedo poner el enlace, entresaco algunas de las opiniones:

"En estos días cientos de millones de personas, como yo, cantan- a veces con deleite y entusiasmo- una frases en las que no creen o, en el mejor de los casos, creen sólo a medias".

"En Gran Bretaña sólo uno de cada tres ciudadanos dicen ser creyentes; en Francia, menos de uno de cada tres; en Italia menos de dos tercios; sólo en Estados Unidos supera esa cifra las tres cuartas partes".

"En los países libres es preciso que se permitan todas las religiones; y cada religión debe dejarse cuestionar en sus fundamentos, categóricamente, incluso de manera desaforada y ofensiva, sin temor a represalias".

"Un periodista conservador debe poder escribir que el profeta Mahoma era un pedófilo y un erudito musulmán debe poder llamar a ese periodista islamófobo ignorante. Eso es un país libre: la libertad de culto y la libertad de expresión como dos caras de la misma moneda".

"Lo interesante es saber si existe algún tipo de respeto que vaya más allá del "vive y deja vivir" protegido por las leyes pero sin convertirse en una pretensión hipócrita de respeto intelectual por las creencias del otro ni en un relativismo sin límites".

"Lo ideal es que una sociedad multicultural sea una competencia amistosa y abierta entre cristianos, sijs, musulmanes, judíos, ateos e incluso partidarios del "dos más dos cinco".

A mi las opiniones del Sr. Garton, me parecen magnificas, pero las veo cargadas de una gran ingenuidad. En este momento en el que el mundo se revuelve en un sin fin de conflictos políticos, con un enorme y a veces oculto trasfondo religioso (Hamas-Al Fatah por ejemplo), sus opiniones no deben caer en saco roto, pero deben ser interpretadas, como "un querer", más que como "un poder".
Tampoco veo la razón por la que una sociedad multicultural deba ser una competencia amistosa entre distintas creencias religiosas. No debe haber tal competencia. El Estado es el único garante de esa libertad, y debe establecer de forma clara las reglas del juego.Me refiero evidentemente a un hipotético Estado democrático y progresista. España es un país laico, así lo reconoce la constitución, y sin embargo la Iglesia católica todavía no se autofinancia. Se ofrecen ayudas estatales para levantar mezquitas y se permite que dentro de los templos sagrados de unas u otras religiones, los oradores lancen sus "peligrosos" mensajes . Se permite que determinados gobiernos autónomos incumplan las leyes de enseñanza sobre el tema de la religión, subvencionando incluso colegios con separación de sexos. En esta coyuntura las opiniones del Sr. Garton se alejan de la realidad.
¿Es el islamismo radical la nueva amenaza para el mundo desde los atentados del 11-S? ¿El miedo al Islam desayuna en las barras de los bares? ¿Quién ha sido el culpable? ¿Que fue primero el huevo o la gallina? ¿Hay tiempo para dar marcha atrás?, y lo más importante: ¿cual es la verdadera razón que se esconde en está absurda confrontación?
Estos hechos han sido aprovechados por el imperialismo americano, para desde una hipotética cruzada contra el mal iniciar una fase de dominio e intimidación a escala mundial. Y contra esto se han alzado primero las voces y luego las armas del radicalismo musulmán. Lo más grave es que el mundo occidental les ha seguido en esta locura. Lo único que se ha conseguido es hacer el mundo más inseguro y sembrar de muerte y terror numerosos puntos del planeta. Ahora es Occidente con EEUU a la cabeza el que decide quién puede o no tener un arsenal atómico. Irán no, India si. En esta coyuntura las opiniones del Sr. Garton no tienen espacio de maniobra.
Aquí hay algo más que una confrontación de ideas, hay un trasfondo de dominio estrátegico de determinados territorios y de un enorme negocio armamentístico. Y ahora, si se quiere, hacemos culpables de todo a las creencias religiosas. Evidentemente no voy a negar el gran negocio que un día, alguien inventó en torno a una crucifixión.
A los ateos y agnósticos que nos registren. Tenemos una gran virtud: "vivimos y dejamos vivir", pero que nadie olvide de que el respeto debe ser mutuo, que nadie debe irrumpir en la vida ajena con el estandarte de la moral cristiana o musulmana. Allá cada cual con su fe, su esperanza y su caridad.

Según Garton: "vivimos y trabajamos a diario con individuos que, en el fondo de sus corazones, creen en cosas que a nosotros nos parecen locuras. Si los consideramos buenos socios, amigos, colegas, les respetamos como tales, independientemente de sus convicciones privadas y profundas. Si tenemos una relación estrecha con ellos, quizás no solo les respetemos sino que les queramos.".


El problema, (que choca claramente con el razonamiento anterior), aparece cuando ese amigo, socio o colega que come y dialoga con nosotros, sale de su máscara social y cotidiana, y se marcha con la pancarta y la bandera a pedir a voz en grito la abolición del aborto, o a llamar asesinos a aquellos que haciendo uso de su libertad (amparada por una constitución) han optado por actuar según les dicta su código de conducta. Unos, los primeros quieren imponer sus ideas, otros, los segundos, vivir con las suyas. Supongo que será a este tipo de libertad a la que se refiere el Sr. Garton. Libertad impregnada de hipocresia por cierto. Es decir, puedo charlar con mi amigo musulmán y luego ir a la puerta de su mezquita a llamar pedófilo a su Dios y él puede invitarme a una cerveza y luego llamarme ignorante por no creer en ninguna divinidad. El "gran teatro del mundo" en estado de máxima pureza.


El radicalismo islámico es más de lo mismo. Ellos piden respeto a sus creencias, a sus símbolos, a sus libros y a su historia, pero olvidan que en el otro lado, están los que creen en otro Dios y los que no creemos en nada (bueno, si, creemos en nosotros mismos, que ya es bastante). Son capaces de asesinar inocentes para hacernos sentir que existen detrás de una nube de terror, como tiempo atrás lo hicieron los que convirtieron la cruz en un "arma de destrucción masiva".


La conclusión es clara, todas las religiones pueden y deber ser cuestionadas, incluso el ateísmo y el agnosticismo, "incluso de manera desaforada y ofensiva sin temor a las represalias". El problema, Sr. Garton es que a día de hoy, la especie humana no está preparada para tan lúcidos pensamientos.


Digo esto, además de por lo explicado anteriormente, porque buscando en internet información sobre el autor del artículo he chocado con algunas páginas que dejan bien clara, la inmadurez de determinadas personas que nunca podrán entender el utópico discurso del Sr. Garton. Para muestra un botón: Noticias sobre la transformación de Europa en Eurabia. Otro botón, que enlaza con algo a lo que nunca había tenido acceso....¡Sorprendente!.........La Red Anti ZP........Dios los cría y ellos se juntan. La opinión de los EUROARABES sobre Garton.

Malos tiempos para la lírica Sr. Garton.


Información sobre el pensamiento de Timothy Garton Ash:












1 comentario:

Anónimo dijo...

Quizás lo que nos quiere mostrar el Sr. Garton es (aparte de una utopía) un pequeño grano de arena, para que las utopias, dejen de serlo algún dia.

Aunque la conclusión del texto que tu haces al final, describe perfectamente la actual situación, Cito textualmente:

"La conclusión es clara, todas las religiones pueden y deber ser cuestionadas, incluso el ateísmo y el agnosticismo, "incluso de manera desaforada y ofensiva sin temor a las represalias". El problema, Sr. Garton es que a día de hoy, la especie humana no está preparada para tan lúcidos pensamientos".