29 de febrero de 2008

ESPIONAJE TAURINO


19 de FEBRERO DE 2008: "Antitaurinos", artículo de esta semana en 6TOROS6

Esta pasada semana el BOE ha publicado las listas definitivas de las más de 100 formaciones (110 al Senado y 98 al Congreso) que concurren a las elecciones que se celebrarán el próximo nueve de marzo. Si uno navega un rato por páginas animalistas y antitaurinas, cosa que por razones obvias hago con asiduidad, y cae en la web del partido antitaurino se sorprenderá al leer el despliegue y la emoción que dedican a la noticia que titulan "El PACMA en el BOE". Uno podía pensar que el despliegue y la emoción vendrían por el "éxito" que han logrado al conseguir presentar candidaturas al Congreso y al Senado en casi todo el país. Pero no, si uno lee bien y –sobre todo- si uno leyó bien las precedentes notas de prensa emitidas en anteriores contiendas electorales donde esta formación anti entró en liza (mayo del 2007 municipales y autonómicas, noviembre del 2006 catalanas y marzo del 2004 generales, sólo al Senado) se da cuenta que lo que de verdad les emociona es ver su nombre y sus siglas impresas en letras de molde en el Boletín Oficial del Estado. Curiosa emoción, curiosa satisfacción… ¿Será quizás que acomplejados y tachados de conformar una amalgama de personas (por cierto ¿cuántas? el resto de partidos políticos acostumbran a informar de las cifras concernientes a su militancia) más cerca del concepto de secta que del de institución política, esa realidad externa de la oficialidad de la letra impresa les granjea aunque sea de manera fugaz la sensación de ser lo que no son? De otro modo no se entiende. Y son -quede claro y les pese lo que les pese- más iluminados que militantes, más correligionarios que partidarios; y eso es ser secta. Y decía amalgama porque bajo esas siglas conviven desde (sus propios testimonios así lo corroboran) toreros y taurinos "arrepentidos" hasta los más furibundos y radicales veganos pasando por algunas personas más dispuestas a entablar relación con cualquier "indefenso" animal que con cualquier persona que cohabite a su vera o camine a su lado, salvo que esa cualquier persona piense exactamente igual, digo bien exactamente igual, a ellas mismas. Más sectario comportamiento, más secta.
Pues ese es el partido antitaurino que concurre al Congreso y al Senado por el noventa por ciento de las circunscripciones españolas. La desaforada y enfebrecida actividad que los dirigentes de este partido han tenido que desarrollar estas pasadas semanas para haber conseguido completar esas listas es digna de ser relatada. Desesperadas llamadas a cualquiera que tuviera un dni válido y se dejara presentar. No me lo invento, no; sus foros en internet han sido (lo seguirán siendo si no los han borrado) los que han aportado testimonios del tipo: "Oye que yo, que soy el primero de la lista, he conseguido convencer a mi padre para que vaya de segundo, que aunque no lo tenía muy claro al final ha dicho que lo que yo quiera, pero no veo a quien recurrir para que vaya de tercero". O "bueno que fulanita dice que ella es vegana y que nosotros somos sobre todo antitaurinos y que francamente no se ve en nuestras listas… ¿cómo la puedo convencer?". O…
Al final, el 9 de marzo por la noche podremos comprobar cuántos miles de antitaurinos hay en España. Porque siguiendo sus maniqueos y reduccionistas análisis, propios de cualquier secta que se precie, todos los demás, los que no les hayamos votado, seremos protaurinos. No temo pues equivocarme diciendo que seremos muchos más, ganaremos por goleada.
En cualquier caso, y más allá de las consideraciones hasta aquí realizadas he de decir que me parece muy respetable, y absolutamente lícita, la existencia de un partido antitaurino, en concreto de este partido antitaurino. Están constituidos legalmente y cumplen con las normas que tanto a ello como a los demás partidos les obligan. Tanto políticas como económicas. (Caso de tener constancia que no sea así ya haremos lo pertinente). Y se postulan como antitaurinos con un determinado programa político desde la libertad que nuestro estado de derecho reconoce a las personas y a las instituciones. Pero lo que es harina de otro costal es la retahíla de asociaciones de protección animal, son muchas a lo largo y ancho de la geografía nacional, que como tales reciben importantes cantidades de dinero público en tanto que entidades colaboradoras de la administración pública (y para sustituirla donde ésta no llega) y que podrían estar utilizando de forma ilegítima para el "frente antitaurino". Es una línea de investigación y trabajo que hace tiempo estamos llevando a cabo y que pronto –convencidos estamos- dará resultados concretos y concluyentes.

No hay comentarios: