EL PLURAL VS PERIODISTA DIGITAL Y ALGO MÁS

Cada mañana, cuando enciendo mi ordenador y abro mi correo , me encuentro con el boletín digital de dos páginas web. Por un lado la del Plural.com y por otro la de Periodista Digital. Son dos maneras diametralmente opuestas de ver la actualidad política, de contarnos de maneras totalmente diferentes, lo que "unos y otros dicen, sobre los unos y los otros". Debo decir, aunque no creo que sea necesario, que me gusta más El Plural. Me encuentro más cómodo entre sus colaboradores, para que voy a negarlo.
Por poner un ejemplo, el tratamiento de la noticia del nombramiento del nuevo ministro de Justícia, Periodista Digital lo titula: "¿El peor ministro de Justicia posible?"
En El Plural, el titular es: "El bambi de acero ha puesto ha puesto en Justicia a un fiscal de acero".
Cuando leemos el artículo de Periodista Digital, vemos que es un repaso de las opiniones que al respecto, han dado los periódicos que se alinean en el Lado Oscuro. Imaginad las opiniones, aunque podéis leerlas en el enlace. La de El Plural, es un artículo de opinión de Enric Sopena, con el que reconozco reírme mucho y estar de acuerdo casi siempre, aunque a veces abusa de determinados tópicos.
Lo que más me gusta de Periodista Digital, es que me permite conocer comentarios sobre artículos, a los que por falta de tiempo o quizás por falta de destreza para navegar por la información que brinda internet, no hubiera tenido acceso.
Por ejemplo:

Ayer me hizo mucha gracia el comentario sobre un artículo de Maruja Torres, en el que al parecer preguntaba: "¿Quién será la "albondiga" mediática que busca Goma 2 en el conejo de su madre". Impresionante pregunta, Maruja: ¿quién será?. Aprovechan el comentarío para recordarnos que Maruja Torres, en su momento, dijo que los votantes del PP eran unos "hijos de puta". Al parecer estás declaraciones aparecían en "El Diario barcelonés". Desgraciadamente, el enlace que han puesto da error al intentar abrirlo, así que, no sé si será o no cierto. Pensaba que "San Google" me sacaría de dudas y buscando por: "todos los votantes del PP son unos hijos de puta+Maruja Torres", me he encontrado con esto. Por desgracia, cuando se pincha en "entrevista", el ordenador nos indica, de nuevo, que hay un error. Sospecho que el Diario barcelonés ha borrado la página de sus archivos.

Lo que según Libertad Digital dijo Maruja fue:
“No, lo que pasa es que la locomotora avanza despacio y los vagones pesan. Y la gente que va en esos vagones es pasiva. Los bandidos atacan el tren. Pero todo se ha movido. Al salir a la calle hemos demostrado que por cada millón de personas que se manifestaba existían cuatro millones de hijos de puta que callaban sabiendo que iban a votar a Aznar. Pero ese millón que ha salido es la locomotora que se mueve”. Se refería Maruja Torres al millón de personas que nos manifestamos contra la guerra de Iraq, y a los cuatro que según ella no estuvieron, y que evidentemente desde su silencio cobarde votarían al PP.
Estas declaraciones me hacen recordar un episodio muy "triste" de mi vida. Fue unos meses después de los atentados de Atocha y cuando Zapatero había retirado las tropas de Iraq. Tomaba yo unas cañas con un amigo en un bar cercano a mi trabajo; bar que como casi todos los de barrio, son frecuentados casi a diario por la misma gente. Allí solía coincidir con un ciudadano de "bien", que se dedicaba desde que llegaba hasta que se iba, a despotricar en voz alta contra Zapatero y su gobierno. Ese día le dio por decir: "que se jodan todos los muertos de los trenes de Atocha, eran tan desgraciados que no tenían dinero para coger un taxi". La frase es textual, la tengo grabada en la cabeza. Mi reacción fue de incredulidad, de duda, de preguntarme si lo que había oído era real o ficticio. Lo más desagradable vino a continuación: el buen "samaritano", se acercó a la zona de la barra del bar en donde me encontraba con mi amigo y le dijo al dueño: "invita a mi amigo Miguel- la persona que me acompañaba- y a su acompañante a unas cañas". Mi reacción fue coger mi mochila, apoyada sobre la barra, y marcharme, pero no sin antes decir: "Mira hijo de puta, me voy a ver si encuentro a Bin Laden para que te ponga una bomba debajo del culo". No di tiempo a saber lo que contestó, me encontraba ya en la calle, indignado. Unos días después, estaba yo comiendo solo en el mismo establecimiento. Le vi entrar, acercarse a la barra y pedir una caña; pasaron varios minutos, a mi me dio tiempo a pedir el café y encenderme un puro, como solía hacer después de comer; le vi que venia hacía mi, se acerco a mi mesa y me dijo: "no me vuelvas a insultar o te cortaré los cojones y te los haré comer". Lo cierto es que no me sobresalte, no me levante, no hice nada, me limité a decir: "estoy temblando de miedo, largate imbécil". Lo cierto es que el dueño del bar reacciono y le pidió que se callara, que me dejara en paz. Después me he cruzado con él muchas veces por la calle, y no se ha atrevido a decirme nada. Sé, por el propietario del bar, que un día tuvo que echarle a la calle por un altercado con otro cliente. Bueno, pues eso, éste es uno de los "hijos de puta" a los que se refiere Maruja Torres, aunque dudo que haya cuatro millones similares a él, porque seguro que ya habría estallado una nueva guerra civil.
Lo cierto es, que como había prometido en un comentario del blog (creo que a mi amigo internauta Babeuf), tenía la idea de dedicar una entrada a un artículo de Maruja Torres que se publicó recientemente en El País semanal. No lo haré, ya que mientras buscaba en Google información sobre los comentarios que Maruja hizo, me he encontrado con uno al respecto y que me deja más que satisfecho. Me refiero al que aparece en la página de Nacho Escolar, y que refleja perfectamente lo que yo iba a comentar. Tan sólo añadiré , qué los egos, a veces, se vuelven contra uno mismo, se llame o no Maruja Torres. Seguramente a la autora de "Abierto las 24" horas le importen un pito los comentarios de Nacho Escolar y los mios, pero me da que el poder mediático de los blogs, está haciendo temblar las plumas de unas cuantas "vacas sagradas".

Como vivimos en el país de las querellas, también he leído que Acebes, ha decidido, a través de sus servicios jurídicos querellarse contra el catedrático González Casanova articulista de El País. Espero que cuando mis hijos sean mayores, ésta repugnante moda, importada de EEUU, y de la que han tomado buena nota algunas asociaciones de víctimas, haya desaparecido. Si no es así, igual les sugiero que se hagan abogados, procuradores o incluso jueces. Tendrán el futuro asegurado.