27 de enero de 2007

LAICO O ACONFENSIONAL




Llevamos mucho tiempo soportando un debate estéril y absurdo, en el que por un lado, una de las partes intenta por todos los medios hacernos comulgar con ruedas de molino (medios basados casi siempre en el chantaje), y la otra simplemente hacer valer unos derechos fundamentados en la libertad.
Cuando se va al diccionario de la Real Academia de la Lengua y se buscan los significados de estos dos adjetivos se puede leer lo siguiente:

-LAICO: independiente de cualquier organización o confesión religiosa (Estado laico).

-ACONFESIONAL: que no pertenece o está adscrito a ninguna confesión religiosa (Estado aconfesional).

La Constitución de 1978 en su artículo 16.3 establece: "ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia católica y las demás confesiones".
Una vez establecidas estas premisas nos encontramos con las diferentes interpretaciones que cada uno según su libre albedrío quiere dar, tanto a las definiciones como a lo admitido como constitucional.
En algunos sitios se puede leer:
"El Estado español no es laico ni laicista. Un estado laicista es un Estado que ignora deliberadamente las creencias religiosas de sus ciudadanos y cuyo único mandato a sus gobernantes respecto a la religión es precisamente no tener en cuenta las creencias religiosas de nadie y actuar independientemente de ellas",
"El Estado aconfesional es el que no se declara oficialmente seguidor de ningún credo religioso, respetando todos los credos, y por supuesto garantiza la libertad de culto de los ciudadanos con todas sus consecuencias".
Y bueno: ¿hay tanta diferencia entre un concepto y otro?.
El que un Estado sea aconfesional supone, según la Constitución, mantener relaciones de cooperación con la Iglesia católica.
De acuerdo:
"¿Quién marca la calidad y cantidad de dichas relaciones?": pues evidentemente el que las establece, es decir, el Estado. A partir de aquí, se entiende qué efectivamente, debe haber respeto y garantía de que cada uno sea libre de creer en lo que le parezca conveniente. A lo largo de la historia han existido acuerdos entre la Iglesia católica y el Gobierno de nuestro país. Dichos concordatos nacen de la necesidad y el interés mutuo, y me arriesgo a decir de que, el pensamiento mayoritario del pueblo comulgaba con ese credo, el católico. Pero: ¿debe esto pasarnos factura por los siglos de los siglos? De ninguna manera: "ya es hora de desembarazarnos de las herencias del pasado".
En la actualidad la religión católica es minoritaria, dentro eso si de una mayoría (la de las creencias religiosas en España). Tan sólo en el 34% de las declaraciones de Hacienda se hacen donaciones a la Iglesia católica. ¿Somos más los no creyentes y por tanto es la hora de una reforma constitucional que diga (si es que es necesario) que España es un Estado laico?. Para mi no sería necesario, pero dado que la palabra aconfesional que se recoge en nuestra Constitución es utilizada de forma partidista para entorpecer la política educativa, sanitaria, científica y cultural, la única manera de frenarla es la reforma del artículo 16.3.
Entiendo que en un Estado aconfesional ninguna organización religiosa debe interferir en las políticas educativas, sanitarias, científicas o culturales. Diré más, ni puede, ni debe ser consentido.
¿Supondrá esto que se volverán a quemar templos sagrados?:
No, nadie impedirá que existan iglesias, bautizos, comuniones, catequesis, cursos prematrimoniales, curas, monjas, Papas, obispos o cardenales. Nadie impedirá que existan los beatos, los milagros, el Cuerpo de Cristo en un trozo de pan, su Sangre en una copa de vino, la vida después de la muerte o el Juicio Final. ¿A qué tanto miedo y tanto interés? ¿A qué viene tanto proteccionismo, tanta "moralidad"? ¿Qué tiene que opinar la Iglesia sobre la unidad de la patria? ¿Qué nos tiene que contar sobre la fracturación de la familia? (¿de que familia?) ¿Qué tiene que opinar sobre la sexualidad de las personas? ¿Qué tiene que decir sobre la trasmisión del SIDA, que mata a millones de personas en todo el mundo? ¿Qué saben ellos de la función profiláctica del preservativo? ¿Hay en el Vaticano algún laboratorio de experimentación que no conozcamos? ¿Opinamos nosotros sobre el sexo de los ángeles? (sumamente machista por cierto). ¿Supone el hecho de que el Estado español sea aconfesional y no laico, que tengamos que admitir las tres personas de la Santísima Trinidad y la virginidad de la madre de Jesús? ¿Autoriza la aconfesionalidad que unos energúmenos se manifiesten en la calle Ferraz (cuando salen de misa) contra el aborto, llamando asesinos a los políticos del PSOE o que ataquen clínicas en las que se realiza la interrupción libre del embarazo? El que quiera abortar es libre de hacerlo. ¿En base a qué puede la Iglesia y sus seguidores impedir que una madre decida o no traer un nuevo ser al mundo? ¿En base a unos libros que fueron redactados por alguien a quién ninguno de nosotros ha conocido? ¿En base a una doctrina que se le ocurrió a un profeta que vivió hace un montón de siglos? ¿En base a la interpretación de unos escritos que surgen del boca a boca de unos antiquísimos habitantes de nuestro planeta? ¿Quién tiene la capacidad de decidir cuando empieza y cuando debe acabar una vida digna? ¿En base a qué capacitación intelectual se hacen acreedores de tal poder? ¿En base a una atribución divina? ¿Por qué unos y no otros pueden atribuirse esa capacidad de decidir que hacer con un cuerpo que no es el suyo? ¿Qué base científica utilizan para llegar a tan sabías conclusiones? ¿Se puede imponer una idea que nace del simple y a veces arriesgado ejercicio de buscar un sentido a la vida? ¿De donde emana su absurda sabiduría? ¿Sabían los apóstoles algo de la clonación? ¿Podían suponer que una niña nacería para salvar la vida de su hermana, cómo ha ocurrido ayer? ¿Sabían siquiera que llegaríamos al año 2007?
El problema de la iglesia católica es que todavía piensa desde la inmadurez cerebral de las personas, desde aquel tiempo en que el cacique del pueblo y el cura decidían sobre la vida de los demás (que nadie se llame a engaño, que no hace tanto tiempo de esto). Quizás haya que remontarse mucho más atras. No quiero decir que el católico sea un inmaduro mental (allá cada uno con sus creencias), pero sí que cada día es mayor la cantidad de gente que se cuestiona algo tan irracional, cómo es la existencia de un Dios todopoderoso que deja que millones de personas mueran en la más absoluta miseria, que las bombas destruyan las vidas de miles de inocentes, que la lucha de las religiones sea (aunque siempre lo haya sido) la causa de mortales enfrentamientos, que impiden la comprensión y solidaridad de los pueblos. El acceso a la cultura y al conocimiento ha servido para que la gente se cuestione muchos aspectos de la existencia. Los tiempos del cura del pueblo, del crucifijo, del padrenuestro, de los ejercicios espirituales, de los retiros, de la misa los viernes y los domingos, del perdón de los pecados con los que intentaron malearnos han tocado a su fin. Ya no hay tantos clientes. La sociedad anónima se desmorona y hay que reflotarla, aunque sea a costa de crear un enfrentamiento cívico a través de las ideas en España, y de conflictos bélicos en otros continentes. No digo que directamente la Iglesia provoque estas guerras. Son sus credos llevados al fanatismo religioso los que abren las puertas al enfrentamiento armado entre los pueblos.

Aquí está el fondo de las pretensiones de la perpetuación de sus ideas y postulados. Es el miedo a la pérdida de credibilidad lo que les mueve a ese enfrentamiento con la política del actual gobierno. El miedo a perder influencia y su cuota de poder. ¿Habrá demanda si no hay oferta? Pensemos por un momento que pasaría si la enseñanza católica sale de los colegios-como mínimo de los públicos-, si las tradiciones se van perdiendo.
Vendan ustedes sus IDEAS desde sus púlpitos, conferencias, periódicos, televisiones y colegios privados. He puesto ideas con mayúscula, porque es lo único que se les debe tolerar que vendan. Sin soflamas apocalípticas, sin imbuir miedo en las mentes. Expliquen su credo, lo que un buen católico puede y no puede hacer. Hablenles de amor, comprensión, respeto, solidaridad. Pidanles el dinero que necesitan para sus gastos personales, para sus empleados, para sus obras de beneficencia, para el desarrollo de sus programas de solidaridad en el mundo, para sus hospitales.
Mientras leía informaciones sobre el tema, me he encontrado con la sorpresa de que los capellanes que acuden a las cárceles son pagados por el Estado. Entiendo que los centros penitenciarios son del Estado, claro, pero soy tan iluso que pensaba que los curas que allí ofician la misa y confiesan a los creyentes encarcelados lo hacían por otro tipo de consideraciones. Todos los días se aprende algo nuevo.
Adoctrinen, expresen sus ideas, pero desde la privacidad de los credos, desde el respeto infinito a los demás, sin trasladarlos a los lugares públicos del saber, a los colegios. ¿Llegará el día en que esto sea posible? Trabajemos para que así sea (que mal me ha sonado esta frase, amén). Es como las palabra donativo o caridad, tampoco me suenan bien (me traiciona el subconsciente).
Entiendo que el Estado, de momento y por desgracia necesita de sus infraestructuras (colegios), lo entiendo, pero eso no debe atribuirles el derecho a predicar sus dogmas de fe dentro de sus paredes a quién no quiera escucharlos. Sus hospitales y catedrales no deben, ni pueden ser utilizados como chantaje, como moneda de cambio "inmaterial". Entiendo que éste estado de dependencia es el que ha provocado el envalentonamiento de la Iglesia a la hora de negociar los últimos acuerdos económicos con el gobierno. Desde esta posición de poder es como han obtenido una mejora (sí, para que negarlo), con respecto a lo acordado en la última negociación. Tiempo habrá de darle la vuelta a la tortilla.
Entiendo que de momento el Estado tendrá que pagar el "alquiler" de instalaciones y de servicios profesionales (enfermeras, ¿voluntarios?). Desgraciadamente no hay suficiente infraestructuras escolares para prescindir de sus colegios, que nadie sabe en virtud de que prerrogativas les fueron adjudicados (no dejo de sorprenderme del patrimonio inmobiliario del que disfrutan algunas órdenes religiosas). Bueno, si se sabe, pero para que vamos a insistir en tan negro pasado. Lo necesario para acabar con este situación es que el Estado sea capaz de generar el suficiente número de centros públicos para poder prescindir de los religiosos. Ese será el momento en que el acceso a esos centros sea limitado a aquellos cuyos padres decidan que la enseñanza católica es la mejor para sus hijos. Cada día serán menos, todo se andará. El que quiera que pague, pero las políticas actuales de determinados gobiernos autónomos no ayudan en absoluto al desarrollo de esta idea. En la Comunidad de Madrid se están abriendo centros subvencionados en los que, regresando al pasado, se separa a los alumnos por sexos. Se dan casos incluso de construcción de colegios privados en suelo público (suena raro, pero la actual ley del suelo y las corruptelas políticas permiten cosas como esta y aún peores). No hará falta explicar la ideológica religiosa que dichos colegios impartirán dentro de sus aulas. Desconozco si dada la aconfesionalidad de nuestro Estado esto es constitucional, pero si es así, será la hora de cambiar la constitución.
Llegado ese momento, será necesario su obligado cumplimiento por parte de todos y cada uno de los gobiernos autonómicos, coincidan o no ideologicamente con el Gobierno del Estado.
Definitivamente nuestro Gobierno ha firmado un mal acuerdo económico, ha dado alas a la Iglesia católica. ¿Habrá ahora que pagar las consecuencias?

Termino con lo que exprese más arriba:
¿Quién marca la calidad y cantidad de las relaciones con la Iglesia católica? Pues evidentemente el que según la Constitución de 1978 las establece, es decir, el ESTADO.


La asignatura de religión será voluntaria.

Acuerdo entre el Estado español y la Santa Sede sobre la enseñanza y asuntos culturales.
3 de enero de 1979, cuando era Ministro de Asuntos Exteriores Mayor Oreja.

Extracto de prensa sobre el último acuerdo económico Iglesia-Estado unos días antes de su firma.
El nuevo sistema de financiación.

Disposición sobre la enseñanza de la religión:
MINISTERIO DE EDUCACIÓN Y CIENCIA (BOE n. 5 de 5/1/2007)
Disposición adicional segunda. Enseñanzas de religión.
1. Las enseñanzas de religión se incluirán en la Educación secundaria obligatoria, de acuerdo con lo establecido en la disposición adicional segunda de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación.
2. Las administraciones educativas garantizarán que, al inicio del curso, los alumnos mayores de edad y los padres o tutores de los alumnos menores de edad puedan manifestar su voluntad de recibir o no recibir enseñanzas de religión.
3. Los centros docentes dispondrán las medidas organizativas necesarias para proporcionar la debida atención educativa en el caso de que no se haya optado por cursar enseñanzas de religión, garantizando, en todo caso, que la elección de una u otra opción no suponga discriminación alguna. Dicha atención, en ningún caso comportará el aprendizaje de contenidos curriculares asociados al conocimiento del hecho religioso ni a cualquier materia de la etapa. Las medidas organizativas que dispongan los centros deberán ser incluidas en su proyecto educativo para que padres, tutores y alumnos las conozcan con anterioridad.
4. Quienes opten por las enseñanzas de religión podrán elegir entre las enseñanzas de religión católica, las de aquellas otras confesiones religiosas con las que el Estado tenga suscritos Acuerdos Internacionales o de Cooperación en materia educativa, en los términos recogidos en los mismos, o la enseñanza de historia y cultura de las religiones.
5. La evaluación de las enseñanzas de la religión católica y de historia y cultura de las religiones se realizará en los mismos términos y con los mismos efectos que las otras materias de la etapa. La evaluación de la enseñanza de las diferentes confesiones religiosas con las que el Estado haya suscrito Acuerdos de Cooperación se ajustará a lo establecido en los mismos.
6. La determinación del currículo de la enseñanza de religión católica y de las diferentes confesiones religiosas con las que el Estado ha suscrito Acuerdos de Cooperación en materia educativa será competencia, respectivamente, de la jerarquía eclesiástica y de las correspondientes autoridades religiosas. La determinación del currículo de historia y cultura de las religiones se regirá por lo dispuesto para el resto de las materias de la etapa en este real decreto.
7. Con el fin de garantizar el principio de igualdad y la libre concurrencia entre todos los alumnos, las calificaciones que se hubieran obtenido en la evaluación de las enseñanzas de religión no se computarán en las convocatorias en las que deban entrar en concurrencia los expedientes académicos, ni en la obtención de la nota media a efectos de admisión de alumnos, cuando hubiera que acudir a ella para realizar una selección entre los solicitantes








Acuerdo de colaboración entre el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, y la Iglesia católica para el plan nacional de abadías, monasterios y conventos.
Firmado por Pilar del Castillo.

La sinrazón del último acuerdo en materia de financiación.

INSTRUMENTO DE RATIFICACION DEL ACUERDO ENTRE EL ESTADO ESPAÑOL Y LA SANTA SEDE SOBRE ENSEÑANZA Y ASUNTOS CULTURALES, FIRMADO EN LA CIUDAD DEL VATICANO EL 3 DE ENERO 1979.

Intercambio de Notas entre la Nunciatura Apostólica en España y el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación referidas a los acuerdos sobre asignación tributaria a favor de la Iglesia Católica-22 de diciembre 2006.

Recorte de prensa sobre el nuevo sistema de financiación.

La comisión europea ignora las violaciones del Estado español al derecho comunitario para favorecer a la Iglesia católica. Diciembre 2003.

Financiación de la iglesia católica en España. Extraído de la página del PSOE. Enero 2007.

El diputado socialista Alvaro Cuesta presentó el pasado mes de octubre una enmienda a los Presupuestos Generales del Estado para acabar con lo que considera la sobrefinanciación de la Iglesia con cargo al dinero público

Manifiesto por una sociedad laica.2002

La situación en el 2004.

Artículo de opinión sobre los nuevos acuerdos.

Un gobierno devoto y sumiso.

Un precioso documento de un cristiano que aboga por un estado laico.


Lo que debe ser un Estado laico.

En febrero de 2006 la UE estaba dispuesta a denunciar a España por la exención del pago del IVA del que disfrutaba la Iglesia.

No hay comentarios: